El organismo ha reservado a los
centros nerviosos lugares especialmente protegidos, como demostración de
la importancia funcional de los mismos. La protección se lleva a cabo
por medio de:
1.- Los huesos del Cráneo.
2.- Las Meninges.
3.- El liquido cefalorraquídeo.
HUESOS DEL CRÁNEO
Los ocho huesos del craneo forman una
caja sumamente resistente contra agentes externos, principalmente
golpes y presiones, para dar protección al encefalo. Dichos huesos están
unidos entre sí por medio de articulaciones especiales inmoviles en
forma de suturas. El craneo presenta orificios pequeños por donde pasan
los nervios y un gran orificio, el foramen magnum, que está situado en
el hueso occipital y permite el paso de la medula espinal.
LAS MENINGES
Son membranas que cubren y protegen los centros nerviosos, es decir; el encefalo y la medula. Son tres:
A)La duramadre (duramater): es la
más externa y está en contacto con la pared ósea del cráneo; entre el
cerebro y el cerebelo forma un pliegue muy profunfo llamado la hoz del
cerebro que separa ambos organos.
B)La aracnoides: esta situada entre las otras dos meninges, por debajo
de la duramadre. Comprende dos hojas: la hoja parietal, que se emite
prolongaciones en forma de telaraña y que la une con la piamadre.
C)La piamadre(piamater): está en
contacto directo con la masa nerviosa y es, por tanto, la más interna.
Numerosos vasos sanguíneos la irrigan.
EL LIQUIDO CEFALORRAQUÍDEO
Es segregado por la aracnoides y se
situa entre la aracnoides y la piamadre. Su función consiste en servir
de amortiguador para que la elevación de la presión sanguínea no afecte
directamente la sustancia nerviosa. Igualmente evita que los centros
nerviosos se golpeen contra los huesos a cada movimiento
jueves, 23 de junio de 2016
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CAPITULO 1 - El Sistema Nervioso
» Protección del Sistema Nervioso Central
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